HISTORIA DEL JOROBADO DE NOTREDAME

Publicado en por disney-channel-dominicana

Disney: El Jorobado de Notre Dame (1996)

Por Ramón

503600the-hunchback-of-notre-dame-posteres.jpgLa Disney volvió a ofrecer un espectáculo dramático tras “Pocahontas” basándose en la celebre novela de Victor Hugo “Notre Dame de París”.
Quasimodo es un jorobado encerrado en el campanario de la catedral de Notre Dame protegido por el malvado juez Frollo, quien odia a los gitanos y desea su exterminio.

En esta historia se vuelve a hablar del tema de la xenofobia como en Pocahontas. El odio que siente Frollo por la etnia gitana es similar al que sienten los ingleses contra los indios, pero además de eso vemos el rechazo que sufre Quasimodo por parte del mundo exterior, que lo considera un monstruo, creándose así una similitud entre los gitanos y Quasimodo, ambos rechazados de diferente manera.
En esta ocasión la manera de plasmar en pantalla temas más adultos es mucho más certera e incluso me atrevería a decir que atrevida. Y es que no solo vemos choque entre razas ni problemas de adaptación, sino que por primera vez un film animado Disney se atreve de hablar de la lujuria, el deseo, el fuego infernal que siente Frollo cada vez que ve a Esmeralda, la hermosa gitana con ojos verdes, y es que la muchacha está diseñada para hacer palpitar el corazón de cualquiera, se esmeraron en su diseño. La secuencia donde más claro se ve este deseo es en el número musical “Fuego infernal”, en donde el juez sueña con la figura de la joven entre las llamas.

No solo deberíamos hablar de adaptación sino incluso de remake de la película de 1939 que dirigiera William Dieterle protagonizada por Charles Laughton. No hay más que comparar ciertas secuencias como el castigo de Quasimodo frente a todo el pueblo, el rescate de Esmeralda o el happy end para ver que la Diney lo tuvo como máximo punto de referencia, incluso el diseño de Quasimodo está basado en Laughton.
Antes he mencionado que la película es certera a la hora de plasmar la historia, y eso se debe a una narración muy bien llevada que combina excelentes números musicales con secuencias dramáticas, añadiendo un diseño animado que quita el hipo. Los directores del film son el dúo Kirk Wise y Gary Trousdale que tan buenos resultados dieron con “La Bella y la Bestia”, cuya moraleja es igual que la de “El Jorobado de Notre Dame”: no te dejes llevar por las apariencias. Ya en el magistral prologo el maestro de ceremonias Clopín nos avisa de que vamos a contemplar la historia de un hombre y un monstruo, pero no nos dice quien es quien hasta que lo descubramos al final.

Reconozco que para mi gusto “El Jorobado de Notre Dame” es una de las cuatro mejores películas Disney de los 90. La historia ya de por sí siempre me ha gustado y esperaba comprobar que hacía la Disney con tal material. Cuando salí del cine, aún lo recuerdo, estaba en éxtasis. Terminaba demasiado happy end, vale. Tenía ciertos detallitos muy infantiles, vale, pero si no los más peques no acudían. Pero es que fue un festín animado visual con una fuerza como no experimentaban mis ojos desde “El Rey León”. Secuencias tales como el prologo en que se nos aparece la famosa catedral entre las nubes y se nos narra el origen de Quasimodo de manera poderosa, mezclando música y narración clásica con un uso hábil del lenguaje cinematográfico. O el momento en que Quasimodo es castigado frente a la catedral y es ayudado por Esmeralda, una secuencia triste y dura como pocas. Pero el momento culmen de la cinta es el tour de force final cuando Quasimodo salva a Esmeralda de las llamas y la eleva hasta lo alto del campanario gritando “Santuario”. Cine épico espectáculo puro y duro.
El diseño de cada decorado y cada personaje está cuidado al máximo. Se respira el estilo gótico de la catedral por todo lados, incluso a la historia transmiten cierta oscuridad, sobre todo en los momentos protagonizados por Frollo, o cuando entramos en la corte de los milagros. El momento de más color y alegría no puede ser otro que la fiesta de los bufones, una secuencia dinámica y colorista cargada de humor y jolgorio. Se llega a mezclar de nuevo animación tradicional con ordenador para secuencias de grandes multitudes consiguiendo un resultado portentoso.

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Como no podía ser de otra manera Alan Menken se encargó de la música y esta vez se superó a sí mismo con canciones cercanas al gospel, con grandes coros que den más fuerza a la narración si cabe, y unas canciones bien elaboradas que consiguen unos números musicales inolvidables como “Ahí fuera” entonado por Quasimodo por toda la catedral, y donde realmente vemos como se han esforzado estudiando cada recoveco de dicha construcción. Destacar también por su puesta en escena el tema “Todo al revés”, coincidiendo con la fista de los bufones, y el tema “Luz celstial, Fuego infernal”, en donde se enfrenta el amor tan diferente que sienten Quasimodo y Frollo por Esmeralda. De entre los temas orquestarles destaco “Santuario”, una pieza dramática y épica a partes iguales.

El tandem de directores no solo enlaza “La Bella y la Bestia” con este film mediante su moraleja, sino también porque se desarrollan en Francia, y además porque les gusta dotar de vida a personajes inertes como son las gárgolas amigas de Quasimodo, bautizadas como Víctor, Hugo, y Laverne. Bien pueden resultar la parte más infantil del conjunto, junto con la cabra de Esmeralda, pero mediante ellas podríamos sacar una lectura y un reflejo de la soledad de Quasimodo, la cual lo ha llevado a hablar con estatuas y pensar que le contestan. Claro que sería una forma de justificarlo.
Los personajes los forman Quasimodo, el jorobado encerrado en Notre Dame que sueña con salir y pasear entre la gete como uno más, aunque solo sea un día. El Mozart cinematográfico, Tom Hulce, prestó sus cuerdas vocales a un personaje muy bien diseñado. Esmeralda es la hermosa gitana que busca la libertad para su pueblo y que inicia una relación de amistad con Quasimodo, en quien ve un ser como ella, perseguido y rechazado. Demi Morre la dobló mientras Kevin Cline hizo lo propio con el valiente capitán Febo, que en esta adaptación Disney sale muchísimo mejor parado que en cualquier otra. Por último quedan mis dos personajes favortiso junto a Quasimodo. Por un lado Clopin, el narrador y maestro de ceremonias del film, un artista callejero, rey de la corte de los milagros, y al que le gusta decidir las cosas discutiendo con un muñeco de trapo. Un personaje colorista y divertido. En otro termino tenemos al villano, Frollo, cuya presencia nos recuerda a Clint Eastwood (no en vano, en España lo dobló Constantino Romero), y que al contrario de Clopin, a él lo rodea la oscuridad y el odio, es un racista que siente un deseo incontrolable por Esmeralda, a la que tacha de bruja y condena a la hoguera por la sencilla razón de no conseguirla.

Tras muchos años consiguiendo Oscars “El Jorobado de Notre Dame” puso punto y final a dicha racha siendo nominada nada más que para Mejor Banda Sonora que no ganó (a favor de “Emma”). En su día fue maltratada en Estado Unidos recaudando menos de lo habitual para la casa animada, aunque en Europa, y sobre todo en España, funcionó a nivel de taquilla de maravilla. En mi opinión consigue lo que se propuso “Pocahontas” y no consiguió, una historia adulta llena de momentos dramaticos narrada con fuerza y virtuosismo capaz de hechizar a niños y a adultos.

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Valoración: Muy Buena

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